Cuerpos Flotantes y un Desierto de Sillas en el LARVA
marzo 14, 2018Karina Suárez Bosche
La Dirección de Cultura Guadalajara a través del Laboratorio de Arte y Variedades (LARVA) extiende la invitación al taller “Cuerpos Flotantes” y a la obra “Desierto de sillas” de la artista Karina Suárez Bosche.
Karina es bailarina, coreógrafa, pedagoga e improvisadora. Reside desde 2012 en Berlín, Alemania, donde se gradúa de la maestría en Coreografía que ofrece la Hochschulübergreifendes Zentrum Tanz (Escuela Superior de Danza), Universität der Kunst, estudio que llevó como enfoque la práctica somática como fuente de investigación de movimiento. En 2015 funda y co-dirige la plataforma P_A_R_A_R/Immersive Performance Art con quien gira con obra de su autoría por Noruega, Alemania, México, Taiwan y China. Desde 2010 ha gestionado e impartido talleres a nivel internacional enfocados en la improvisación, el contact improvisation y las prácticas somáticas. En Alemania desarrolla el método: Movimiento Creativo a través del Yoga. En México bailó bajo la dirección de coreógrafos como Octavio Zeivy, Marcela Sánchez Mota, Adriana Castaños, Benito González, entre otros. Merecedora a la beca Creadores Escénicos 2009-2010 del FONCA.
Es una obra interdisciplinaria que genera una experiencia estética de alta intensidad corporal, sonora y lumínica.
A partir de la imagen de la inmensidad, de un desierto, una persona irrumpe. Camina y mira. En el imaginario un desierto, el sonido de una tormenta de arena. La luz cálida que se mueve a través de otras dos manos, va construyendo este personaje femenino de cuerpo vulnerable y vivo. Transita la historia de 5
vidas, 5 sillas que le influyen y le evocan 5 personalidades. Teje hilos de convivencia entre más imaginarios a través de más personas a su alrededor (público). Mueve sus descendencias, sus ascendencias, sus paralelos. Estos vínculos se multiplican y permiten que, gracias a la mirada y presencia del espectador, se adivinen nuevos personajes, cada vez más reales. Tras el proceso, tras la búsqueda, finalmente llega a su propia silla, una posible casa, un lugar de pertenencia.