
La salud mental y la alimentación
octubre 21, 2025Un vínculo clave para el bienestar
Hablar de salud mental ya no es un tema secundario. En un mundo cada vez más acelerado, donde la prisa, la sobrecarga de información y la presión social forman parte de la rutina, el equilibrio emocional se ha convertido en un aspecto central para mantener una vida plena.
Aunque con frecuencia se asocia la salud mental únicamente a la psicología o la medicina, especialistas coinciden en que se trata de un concepto integral: abarca cómo dormimos, cómo nos relacionamos, cuánto nos movemos y, sobre todo, qué comemos. En este sentido, la alimentación no solo nutre el cuerpo, también tiene un impacto directo en el estado de ánimo, la concentración y la capacidad de afrontar el día a día.
Alimentación y emociones: una relación comprobada
Diversas investigaciones han demostrado que lo que llevamos al plato influye en la mente. Los alimentos ricos en fibra, vitaminas y minerales no solo fortalecen el sistema inmunológico, sino que participan en procesos químicos que favorecen la estabilidad emocional.
Por ejemplo, la avena y la granola ayudan a producir serotonina, la llamada “hormona del bienestar”, que regula el ánimo y el sueño. También permiten mantener niveles estables de glucosa, evitando altibajos emocionales que muchas veces se confunden con cansancio o estrés. Además, al ser fuente de energía sostenida, contribuyen a mejorar la concentración y la motivación diaria.
Un estilo de vida más allá de la tendencia
Para Felipe Gómez García, CEO de Grupo Vida y su marca Granvita, el bienestar no debería entenderse como una moda pasajera: “Pensar en el bienestar y en la salud de las personas nos va a llevar a una evolución cada vez mejor. Estamos convencidos de que el origen del bienestar son dos cosas: la alimentación saludable y el movimiento”, explica.
Esto significa que la salud mental también puede cuidarse con pequeños gestos cotidianos: elegir un desayuno nutritivo, regalarse momentos de descanso, practicar actividad física ligera o simplemente aprender a escuchar las propias necesidades.
Recetas que nutren cuerpo y mente
En el marco del mes de la Salud Mental, surgen propuestas sencillas que muestran cómo un platillo bien pensado puede convertirse en un aliado del bienestar emocional:
- Overnight oats con frutos rojos y semillas. Ricos en antioxidantes, ayudan a proteger al cerebro del estrés oxidativo y proporcionan energía estable para comenzar el día con mejor ánimo.
- Bowl de yogur con granola, plátano y cacao. Una combinación que favorece la producción de serotonina y aporta magnesio, ideal para reducir la sensación de estrés.
- Galletas de avena, granola y miel. Una opción práctica para media mañana o media tarde, que aporta energía sostenida y evita picos de glucosa que afectan la concentración.
Estas recetas muestran cómo la salud mental también puede cultivarse en la cocina, con ingredientes accesibles y fáciles de integrar en la vida diaria.
Bienestar que trasciende
La Organización Mundial de la Salud recuerda que “no hay salud sin salud mental”. Bajo esta premisa, la conversación sobre bienestar no puede limitarse a tratamientos o diagnósticos, sino ampliarse hacia un estilo de vida más consciente.
La alimentación es un punto de partida sencillo y al alcance de todos, que, junto con el descanso, el movimiento y el autocuidado, puede marcar una diferencia significativa. En palabras de especialistas, cuidar lo que comemos es también cuidar lo que pensamos y sentimos.
En este sentido, marcas como Granvita, con más de cuatro décadas de trayectoria en la producción de avena y granola, buscan sumarse a este movimiento de conciencia, recordando que el bienestar integral es una construcción diaria.