¿Ser Padres Perfectos o Conscientes?
junio 3, 2022El Gran reto de la Paternidad Moderna
ctualmente ante tanta sobre información, tantos blogs, libros, cursos, etc sobre la maternidad y la paternidad, vemos padres y madres cada vez más confundidos e inseguros, llevándoles con esto a no disfrutar la maravillosa aventura de ser padres.
Si bien es cierto que ya se tiene más consciencia de lo que ser padres implica, y lo que puede o no favorecer nuestra influencia en otro ser humano a nuestro cargo, también existe mucho más miedo al ejercer ese rol y sus funciones.
Sumado a esto la “idea” de la expectativa que nos autoimponemos del tipo de madre o padre que quiero ser para mi hij@, la necesidad de “hacer mejor las cosas” y no repetir patrones de nuestros padres, ejercen una presión enorme sobre el “papel” de padres y esto nos lleva a una auto exigencia personal que nosotros nos imponemos, para que todo este Perfecto y por ende formemos hijos maravillosos que reflejen lo maravillosos que somos como padres y lo “bien” que hacemos las cosas.
Entonces todos luchamos contra el mismo sentimiento: demasiada responsabilidad.
La educación tradicional nos dice que debemos ser los controladores supremos del destino de nuestros hijos, que nosotros los educamos, los formamos y desde ahí, la paternidad inicia mal, equivocada.
Hemos sido programados a sufrir, a batallar, a destruir la esencia de los niños y la nuestra.
Todo el tiempo se nos dice que los papás siempre necesitamos estar en control y tener todo bajo control, y como queremos mantener ese “orden perfecto de las cosas” nos ponemos ansiosos y esa ansiedad nos lleva a cometer errores y como nos equivocamos, sentimos culpa y queremos más control y así es como caemos en el ciclo del control, que nos lleva a la frustración paterna, a sentirnos ansiosos todo el tiempo y a generar hijos ansiosos, a caer en la auto exigencia y por ende volvernos exigentes con nuestros hijos y caer en expectativas hacia nosotros y lo más triste, hacia nuestros hijos, siendo las expectativas lo que más te aleja de tus hijos.
Si algo podemos aprender de esta pandemia que estamos viviendo, es que hay cosas que NO están en nuestro control.
Hoy me encantaría que después de leer estas líneas, te lleven a elevar tu consciencia sobre lo que es ser padre/madre y sus funciones, pero sobre todo a disfrutar más la maternidad/paternidad y a lograr una conexión más profunda con tus hij@s y contigo.
Para lograr esto, primero que nada debemos hacer un cambio completo de paradigma.. ¿Cuál es este cambio de paradigma? dejar de ver la educación de manera unilateral… dejar de creer que solo el adulto sabe y enseña y el niño obedece… es entender que ambos estamos aprendiendo y que cada momento se convierte en oportunidad de aprendizaje.
¿Cuántas cosas no han aprendido desde que son padres? No solo sobre cómo ser padres, que además nadie nos enseña, sino además sobre ti mismo… por ejemplo, cuando los hijos despiertan en nosotros nuestros huecos de la infancia, siendo ellos, nuestro mayor catalizador, cuando aparece tu reactividad emocional, cuando los niños se importan como niños….
Una paternidad más consciente es ver a nuestros hijos como nuestros maestros también, como nuestras guías para nuestro crecimiento interior.
Es responsabilizarnos de lo que aún nos falta por resolver y madurar.
¿Deseas tener una mejor comunicación con tus hijos? ¿Qué te hagan caso? ¿Qué te escuchen? Primero pregúntate, tú, ¿qué tan dispuesto estás a escucharle?… para darte tiempo para generar vínculo, para dejar a un lado las expectativas y a amarle por lo que es, no por lo que hace, para demostrar amor incondicional aún en sus peores momentos o cuando “menos lo merezca” y que entonces, con esto, logres una conexión profunda con ellos, y gracias a ella se pueda dar la corrección cuando sea necesario, ya que un hij@ que tiene una conexión profunda con sus padres, les quiere escuchar y aprender de ellos.
Para poder lograr la conexión con tus hijos debes entender que primero debes tener una conexión contigo… deja de convertir la maternidad y la paternidad como tu único sentido de del Ser.
En estos años viendo a tantas familias pero sobre todo siendo mamá, me he dado cuenta, como nos podemos perder; dejamos de tener identidad, y nos convertimos en “la mamá de…”, “el papá de…” y pierdes la conexión contigo… dejando a un lado lo que te apasiona o buscar nuevas metas personales, llevándonos esto a la insatisfacción inconsciente y a la robotización de nuestras funciones, perdiendo la pasión por vivir, y no nos damos cuenta de que esto nos llevará a descargar en quienes tenemos más cerca, o sea nuestros hijos, esos sentimientos y necesidades reprimidas, y es que pregúntate… ¿cómo enseñaras a tu hij@ a mantener su conexión con el mismo para que no genere vacíos y busque después llenar esos huecos con cosas externas a él/ella, y a no perderse por otr@, si no lo ve en ti?.
Por último, quisiera hablarte de un elemento importantísimo en la educación consciente, la Paciencia, pero no la idea de paciencia que tenemos, que es aguantar a mi hij@; la verdadera paciencia es sinónimo de aceptación, aceptar que No siempre tendré el control de todo, que “a veces las cosas pueden pasar en un orden distinto al que tenías en mente” (David G. Allen), es aceptar a mi hij@ como es HOY, a reconocer y respetar mis emociones para poder hacerlo con las de mis hijos.
Recuerda siempre que la aceptación será el primer paso para soltar la ansiedad y el estrés.
Con esto espero hayan logrado darse cuenta de que Educar no es sobre los niños, es sobre nosotros y nuestras reacciones ante sus conductas, ese es el gran reto de ser padres; es sobre nuestra madurez y sanación de nuestros huecos emocionales.
Y que para disfrutar más el ser padres, es dejar a un lado el querer ser “la mejor madre/padre para mis hijos”, el querer ser “perfecto” y darse cuenta cuando estoy cayendo en el ciclo del control y buscar ser tu mejor versión cada día.
Es ser Consciente, es decir, estar alerta de nuestros pensamientos, sentimientos, acciones, de todo lo que aportamos en cada momento a la vida de nuestros hijos y ellos a la nuestra.
Ser un padre consciente es reir, llorar, desesperarse, abrazar, enojarte, frustrarte, equivocarte, acertar, y todos los matices que la vida nos regala, pero sobre todo es Crecer y Aprender, Disfrutar y Agradecer la maravillosa oportunidad de ser guía el uno para el otro en su crecimiento.
Ser un padre consciente, no perfecto, es el mejor regalo que puedes darle a tu hij@.
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