¿QUÉ ES LA CULTURA DE LA DIETA?

La mayoría de las personas desconocen qué es la cultura de la dieta, sin embargo, se ven a sí mismas viviendo dentro de ella todos los días. Estamos tan sumergidos en esta cultura que pareciera casi normal.

La cultura de la dieta enfoca el valor de una persona en su peso, su figura y su talla. Te hace creer que hasta que te encuentres dentro de cierto parámetro, serás feliz. Se deja totalmente de lado a la salud y al bienestar.

¿En qué se basa esta cultura? Se basa en la prohibición, en la restricción, en pasar hambre, en la típica lista de alimentos prohibidos, en cierta cantidad de alimento en vez de calidad, en contar calorías en lugar de contar nutrientes.

Las personas que tienen este chip de dieta son los que preguntan: “¿Qué engordará más, una hamburguesa o una rebanada de pizza?” Son los que dicen: “No puedo comer eso, estoy a dieta” (con una cara de gran frustración y tristeza). Toman decisiones sobre qué van a comer en base al miedo a subir de peso y no desde el deseo de sentirse bien o por amor a su cuerpo.

Aquí te muestro cómo funciona el ciclo de la dieta:

Nueva Dieta

Lo primero que sucede en este círculo vicioso es iniciar una nueva dieta, una que te dijeron que sin duda te va a funcionar porque tal y tal persona ya han bajado tantos kilos.

Restricción

Comienzas tu dieta baja en calorías, sabes perfectamente todos los alimentos que están prohibidos, sin embargo, desearías tener más claro todo lo que sí puedes comer. Empiezas a sentirte controlada(o), sientes que todo lo que se te antoja está prohibido, estás más sensible y probablemente de mal humor. Aún así, resistes un poco más.

Ansiedad

No puedes más, tantos días pensando casi todo el tiempo en lo que no debes de comer. Ves a los demás permitiéndose todos esos alimentos que tú no puedes y eso te molesta. Estás cansada(o), estás harta(o), te convences a ti misma(o) de que ni siquiera ha valido la pena y de todas maneras no has visto ningún cambio significativo y decides “romper la dieta”.

Atracón

 Y la rompes de verdad, porque si en un día normal hubieras comido un par de galletas, con tal nivel de ansiedad te comes el paquete completo, un pan, una hamburguesa y una malteada.

Remordimiento o culpa

Llega el peor de los enemigos, la culpa, la vergüenza. ¿Por qué todos pueden hacerlo menos tú? ¿Por qué todos tienen fuerza de voluntad menos tú? ¿Por qué no puedes controlarte como todos lo hacen? Te sientes pésima(o) y no quieres saber nada de dietas en un tiempo, al menos hasta que alguien vuelva a hablarte de otra nueva dieta maravillosa. Tal vez ese sí sea tu momento.

Este es el círculo vicioso de la dieta en la que viven muchas personas. Esta cultura también te hace creer que si no has tenido éxito es por tu culpa, porque no tienes control, porque no tienes fuerza de voluntad y esto no es así. Las dietas te han fallado a ti, tú no eres la(el) que ha fracasado.Si las dietas funcionaran, todos estaríamos delgados.

Si las dietas no funcionan, entonces ¿qué sí funciona?

Lo primero es reconocer la razón por la que se busca perder peso. La mayoría de las personas comentan que es para sentirse bien, para verse mejor y cualquiera que sea la razón está bien. Siempre asegúrate que el motivo venga de ti, que sea para satisfacerte a ti. No quieras bajar de peso para ser aceptado en algún lugar o por alguien. Encuentra la razón en ti y en el amor a tu cuerpo para que en verdad logres la transformación que buscas. Hazlo desde el amor propio. Come saludable porque quieres, no porque debes. Esto no es una dieta que dura cierto tiempo, es un estilo de vida. Realiza cambios con paciencia y sé compasivo contigo mismo.

Tu cuerpo y tú siempre han sido del mismo equipo. Cuando le hablas con amor a tu cuerpo y dejas de querer cambiarlo para amarlo, la magia sucede.

Si necesitas apoyo para lograr tu objetivo desde otro enfoque, acércate con un profesional, no estás sola(o).

Melisa Rodríguez Espinoza

Nutrióloga & Health Coach

Encuéntrame en Instagram y Facebook como @melisaludable

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Te comparto un test para saber si vives o has vivido dentro de esta cultura:

• ¿Has dejado que el número de la báscula marque tu estado de ánimo?
• ¿Basas tus resultados de salud conforme al número de la báscula?
• ¿Te has desmotivado en un plan de alimentación porque no bajas rápido de peso?
• ¿Te sientes restringida(o) y de malas cada que estás a dieta?
• ¿Cada que te platican de una “nueva dieta”, sientes que tienes que probarla y que “ahora sí es la buena”?

Si contestaste SÍ a dos o más preguntas, lamento informarte que has sido víctima de la cultura de la dieta.