¿ANSIEDAD POR COMER?
mayo 13, 2020Suena el despertador, te levantas poco a poco y te das cuenta de que ni siquiera sabes qué día es hoy. Pero qué importa eso, tus actividades son las mismas que ayer y serán las mismas que mañana. Prometiste que hoy sí harías ejercicio temprano, sin embargo, algo más poderoso que tú, te convence que hoy tampoco será el día.
En cuanto al desayuno, te gustaría prepararte aquella receta de hot-cakes saludables que viste en Instagram, pero ya ni te acuerdas donde la viste y no tienes tiempo, así que, te dispones a desayunar lo mismo de siempre, con la ansiedad y prisas de siempre. Y así inicias tu mañana, con remordimiento y culpa de romper tus propias promesas.
No hace falta describir lo que sucede el resto del día, probablemente ya lo sepas.
¿Cómo romper ese círculo vicioso que te tiene atorada(o) en la ansiedad por comer y en la culpa?
No existe una serie de pasos mágicos que le funcionen a todo el mundo, sin embargo, lo primero, es ser consciente del momento que estamos viviendo y las emociones que estás experimentando. ¿Te has preguntado cómo te sientes hoy? ¿Te has dado el tiempo para reflexionar lo que sientes? Y lo más importante, ¿Te has permitido sentir lo que sientes?
Por sentir lo que sientes me refiero a que, si te sientes triste, te permitas estar triste, si te sientes molesta(o), te permitas estar molesta(o), porque si no te das permiso de sentir, estarás evadiendo tus emociones y seguramente buscarás un distractor como la comida y déjame decirte que ahí no está la solución.
La ansiedad se genera por no estar conectados con el presente, ya sea que estés atorada(o) con un tema pasado o preocupada(o) con lo que va a pasar en el futuro. Detente un poco, date permiso de sentir ansiedad y aunque suene extraño ¡abrázala!, intenta reconocer de dónde viene, desde hace cuánto está contigo, observa qué es lo que viene a mostrarte y hazte cargo de todo lo que hay detrás de la ansiedad. Haz las paces contigo, tú y tu cuerpo son del mismo equipo.
Una dieta especial no va a eliminar tu ansiedad por comer, al contrario, el prohibirte ciertos alimentos solo servirá para que no dejes de pensar en ellos, basta con decirte que “no puedes comer chocolate” para que empieces a pensar en él. Si decidieras no consumir algún alimento, que sea por convicción y desde el amor a tu cuerpo, por ejemplo: “Decido no comer papas fritas porque me he dado cuenta de que me caen muy pesadas y deseo sentirme bien”. En vez de “La nutrióloga me dijo que no puedo comer papas fritas, sufro mil”. Sé responsable de tus decisiones.
Te comparto una técnica que te ayudará a distinguir sobre tu verdadera necesidad en los momentos de ansiedad.
- Antes de rendirte a la ansiedad por comer, regálate el tiempo para contestar las siguientes preguntas de la manera más amorosa y sincera
- ¿Qué me está pasando?
- ¿Qué estoy sintiendo?
- ¿Qué me ocurre?
- ¿Qué necesito realmente?
- Bebe agua y espera cinco minutos
- Si el deseo de comer continúa, elige un alimento que consideres adecuado para ti, sin ponerle juicios
Con esta técnica, serás más consciente de lo que en verdad ocurre contigo y se evitará que utilices a la comida como medio de evasión.
Si necesitas apoyo, acércate con un profesional, no estás sola(o).
Encuéntrame en Instagram y Facebook como @melisaludable