Reflejo del Espejo
abril 1, 2015“El alma de este país son sus hombres,
pero el corazón de México son sus
mujeres”
Hace 60 años la mujer mexicana fue tomada en cuenta para votar, acercándose cada vez más a lograr igualdad en México. Más de 20 mil mujeres congregadas en la Ciudad de México el 6 de abril de 1952, demandaban el compromiso al candidato presidencial Adolfo Ruiz Cortines para que cumpliera con su promesa de plasmar en la Constitución el derecho de las mexicanas a votar y ser electas. El 17 de octubre de 1953, Ruiz Cortines, cumplió su palabra y promulgó las reformas constitucionales que otorgaron el voto a las mujeres. Se hacía realidad un sueño.
México fue otro después de este evento, pero el reconocimiento logrado no fue un obsequio ni un privilegio, sino el resultado de movimientos tanto locales como universales, con fuerza en el alma y coraje en el corazón, de parte de grandes mujeres a favor de la equidad de género.
La mujer ha demostrado a lo largo de la historia su gran capacidad de lograr lo que se propone, con su fuerza intangible pero perceptible a kilómetros de distancia. Grandes mujeres han logrado grandes cambios. Mahatma Gandhi dijo; ‘’La mujer es la compañera del hombre, dotada con la misma capacidad mental. Si por fuerza se entiende poder moral, entonces la mujer es infinitamente superior al hombre. Si la no violencia es la ley de nuestro ser, el futuro está con las mujeres.’’ Sin embargo hay que tomar en cuenta, que la mujer y el hombre son iguales en su valor y no hay balance si no se complementan. La lucha por el poder de esta mitad de género humano, ha desatado un feminismo que es tan nocivo para la humanidad como el machismo. ‘’La mujer salió de la costilla del hombre. No de los pies para ser pisoteada ni de la cabeza para ser superior, si no del lado para ser igual. Debajo del brazo para ser protegida y al lado del corazón para ser amada.’’ -Talmud
‘’Nos han enseñado a tener mido a la libertad, miedo a tomar decisiones, miedo a la soledad, el cual es un gran impedimento en la construcción de la autonomía’’. Marcela Lagarde
La mujer ha sido el núcleo de la humanidad desde el inicio de los tiempos y su presencia a lo largo de la historia ha sido constante. Mas si analizamos con detalle, vemos convertida la imagen de la mujer en protagonista de los hechos más ordinarios y comunes del día a día y menos en las grandes hazañas. Las condiciones sociales existentes en cada época y el rol asignado a la misma, han tenido mucho que ver con la falta de valorización que se le da al género femenino. Al vivir a disposición del hombre, la mujer no tuvo aspiraciones ni propósitos, ha ejercido durante mucho tiempo el papel servidor del marido e indiscutiblemente, se convirtió en el segundo sexo dependiente al sexo sujeto, protagonista activo e intermediario de la transformación histórica. Pero eso está evolucionando. Cada día se ve con mayor fuerza el cambio que están logrando las mujeres en la historia, modificando de esta manera el término ‘sexo débil’ y convirtiéndolo en el fuerte sexo femenino.