Noche Catrina de Cuervo Tradicional

Una Tradición en una sede Única

Por tercer año consecutivo se llevó a cabo en la ciudad la ya famosa fiesta, Noche Catrina de Cuervo Tradicional. Una noche en la que se le rinde homenaje a las tradiciones de día de muertos en nuestro país invitando a los asistentes a que se disfracen con disfraces tradicionales mexicanos y a su vez se diviertan con una original fiesta. En esta ocasión la original noche se llevó a cabo el sábado primero de Noviembre en el majestuoso Museo Regional de la Cerámica en Tlaquepaque, sumándose así a las festividades del festival del día de muertos que se celebra en dicha localidad y a la cual asisten miles de visitantes cada año. El museo fue decorado de tal suerte que los invitados quedaron apantallados con los detalles que se montaron especialmente para ellos, desde un gran cementerio con lápidas con nombres de algunos de los invitados, enormes letreros hechos a base de flores, jarrones, cientos de veladoras, flores hasta un imponente altar de 10 metros que al entrar a el te quitaba el aliento. Con shots de Tradicional plata congelado en mano los asistentes bailaron a lo largo de más de seis horas gracias a los betas de Dj. Rafa Oropeza, en donde se realizó el concurso de disfraces y en donde el título del mejor disfraz se lo pelearon entre los miembros de ¨La Lotería¨ liderados por Fer Caccia y ¨Adelita¨ Ángel Serrano, dejando la decisión en manos de los asistentes quienes entre aplausos y chiflidos le otorgaron el primer lugar a éste último, llevándose a su casa una fiesta para 200 personas cortesía de Cuervo Tradicional. De cenar se ofrecieron deliciosos Donkys de Pollo y Arrachera los cuales encantaron a los ahí presentes. La fiesta fue organizada por Propom Relaciones públicas de la mano de Mariana Orendain y Diego Rangel quienes lograron que el altar se convirtiera en el atractivo turístico de la localidad ya que estuvo abierto al público desde el jueves 30 de octubre hasta el lunes 3 de Noviembe, en el cual se contaba la historia ficticia de una mujer llamada Amelia, que perdió a su amado Rufino y que cada que escuchaba el llorar de un cuervo lo albergaba en su hogar creyendo que era el, convirtiéndola así en la mujer que coleccionaba cuervos y que una vez que murió fueron estos quienes velaron su muerte.