La imagen pública y su poder de influencia

Personalidad & image

Por: Bulmaro Ordaz

El día de hoy quiero saludarte y al mismo tiempo presentarme, mi nombre es Bulmaro
Ordaz, soy especialista en Imagen Pública y Protocolo, y a partir de ésta publicación
estaré compartiendo contigo algunos artículos relacionados con el tema.
Existen varios autores que hablan de generar y crear tu Imagen Personal o Marca Personal
mediante técnicas de vestimenta y protocolo, en donde tú seas el producto principal,
tal cual candidato, pero enfocado a tu meta y actividad: podemos crear la imagen personal,
desde nuestro trabajo hasta con los vecinos y amigos; no se trata de ser superficial ni demostrar
lo que no somos, sino de ser coherentes en nuestra vida y en cómo nos ven los demás.
Cuántas veces juzgamos antes de conocer a las personas o pensamos o nos creamos
una idea a simple vista; esta idea que generamos en nuestro subconsciente, o de manera
consiente, es la primera impresión que percibimos y ésta pocas veces se olvida. Es por eso
que la idea de trabajar nuestra marca personal es para dejar una buena impresión y que repercuta
en el futuro inmediato. Obviamente nosotros decidimos qué queremos proyectar,
tenemos ese poder, el de crear nuestra Imagen Pública.
Hoy en día nos bombardean anuncios comerciales de empresas que publicitan las marcas
de sus productos y servicios para posicionarlos en nuestra mente y que la marca sea reconocida
en cuanto escuchemos su eslogan, o bien, su cancioncita pegajosa que repiten a diario
en todos los medios audiovisuales. Lo que hacen es crear una IMAGEN de su marca, tratan
de que toda la gente hable lo mejor de éstas, que tengan una excelente reputación y que cuando
pienses en algún producto de su rubro, de inmediato pienses en las que han publicitado.
Ahora bien, ¿por qué no crear nuestra marca personal justo con lo que queremos
transmitir? Por ejemplo, si eres empresario, debes conducirte y vestir como tal a toda hora
y en todo lugar; si eres un político, debes comportarte, seguir ciertos cánones de comportamiento
y cuidar bastantes detalles, ya que son los representantes del pueblo. En sí,
cualquier actividad que realicemos, o a que nos dediquemos, existe un camino para construir
la imagen que queremos proyectar, tenemos que tomar en cuenta una famosa frase:
“Percepción es realidad”.
Expertos como Tom Peters, Andrés Pérez Ortega, Humbert Rampersad y Eleri Sampson
subrayan en sus obras la importancia de que las personas –si bien no somos cosas—
nos posicionemos igualmente con éxito en el público que deseamos se fije en nosotros.
La marca personal o imagen pública te ayudará a:
Ocupar un espacio privilegiado en la mente de las personas
Homologar las percepciones que la gente tiene de ti
Inclinar las preferencias a tu favor
Aumentar perceptualmente tu valor
Desarrollar tu liderazgo con dirección
Destacarte en un campo o área específica
Influir en tu público objetivo
Diferenciarte de la competencia
Ser deseable, persuadir y fascinar
¿Qué tal? Se escucha interesante, ¿no? Esto se puede aplicar en la política, en la empresa
y en la vida diaria.
En la vida diaria la competencia es cada vez mayor en todos los sentidos, parece ser
que no es suficiente tener maestrías, cursos o diplomados. Le damos toda la importancia
a nuestra preparación intelectual y, de esta forma, tener armas para competir y distinguirnos
de los demás, lo cual está perfecto; sin embargo, ¿qué pasa si estamos en búsqueda de
oportunidades y pasa una y otra y no te toca nada? O bien, si ni siquiera se te presentan.
Aquí es donde debemos hacer algunas preguntas clave: ¿Qué estamos haciendo mal?, ¿por
qué seguimos teniendo el mismo puesto de hace cinco años?, ¿por qué nos cuesta trabajo
ganarnos el respeto de las personas? Puede haber muchas respuestas; sin embargo, tenemos
que voltear a nosotros mismos y realizar un buen análisis de nuestra imagen pública.
¿Cuándo fue la última vez que observamos nuestra imagen en un espejo con detenimiento?,
¿esa es la imagen que quieres proyectar?, ¿existe coherencia entre nuestra manera de
ser, nuestra vestimenta, nuestro lenguaje corporal y los mensajes que queremos enviar?,
¿estamos realmente respetando nuestra identidad?, ¿o nos disfrazamos cuando nos vamos
a trabajar? Éstas son preguntas que deben responderse con toda sinceridad y coherencia,
respetando siempre nuestra identidad y esencia.
Una última pregunta para finalizar: ¿Qué tanta importancia le otorga usted a su imagen
pública?
Cualquier comentario o sugerencia, estoy a sus órdenes, será un placer; que tengan un
excelente día y recuerden siempre regalar una sonrisa, no cuesta nada.
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