Por Los Caminos del Sur

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abril 21, 2016 Desactivado Por GDLFashion

La Patagonia Chilena

Abril201522

Por: Dr. Ramón Godínez Ortiz

IMG_0027Por fin después de muchas horas y varios aviones, estamos en la Patagonia Chilena. De la capital Santiago hay que volar otras 3 horas mirando siempre a la izquierda la Cordillera de los Andes hacia el Sur y llegar a las ciudad más Austral: Punta Arenas.
Hasta la inauguración del Canal de Panamá, en el año de 1915, los barcos que querían pasar al Pacífico del Atlántico debían de pasar por aquí, por el Estrecho de Magallanes, el cual hoy está convertido en paso de barcos entre la Tierra del Fuego argentina y chilena y el resto del Continente.
De Punta Arenas en autobús otras tres horas más hacia el Norte y llegar a Puerto Natales, lugar de uno de los tres más grandes atractivos turísticos de Chile, las Puntas del Paine. Formación montañosa que data de las épocas glaciares y que entre los meses de enero a abril es el tiempo más recomendable para visitar, toda vez que se encuentran en pleno Verano.
En Natales hay viento, mucho viento y mucho frío, de ese que ‘cala hasta los huesos’. En la noche el viento incluso habla, resopla, y llega a parecer que va a arrancar todas las construcciones de tajo por la potencia que la naturaleza demuestra a quienes osamos llegar hasta esta parte del mundo, del Fin del Mundo pues.
IMG_0023Natales es la capital de la Provincia de Última Esperanza, justo en la Patagonia Chilena, la cual en un día con sol, demuestra al Poniente paisajes rodeados de Glaciares y Fiordos, por cierto y también, ciudad de construcciones de madera y casi a un solo piso, por aquello de los vientos ya mencionados.
Para comer, definitivamente el cordero a la leña, preparado igual que lo hacen en nuestros pueblos jaliscienses de la montaña, como Tapalpa para mayores señas, además por supuesto, de los bifes, asados y chorizos.
Estando ya aquí en Natales, el recorrido sugerido es por la montaña, ir a las Torres del Paine, disfrutar de esos paisajes majestuosos, cuyas torres están formadas por granitos moldeados por la fuerza del hielo glaciar y en donde uno tranquilamente convive y se toma fotografías, además de los glaciares y los cuernos del Paine, con Ñanús, Pumas y Zorros.
A la vuelta de la montaña, es visita obligada la cueva del Milodón.
Ésta es una caverna tal cual, inmensa, de esas que a la primera vista dejan al visitante con la boca abierta. Esta formación se hizo lentamente al disolver el hielo y mediante la acción del agua, formando la cueva durante al menos 100 mil años. El interés de ésta inició cuando hallaron en 1896 los restos de un animal extinto, un perezoso llamado Milodón, el cual se ha convertido en una de las marcas turísticas de la zona.
La Patagonia Antártica es misteriosa, llena de enigma, en un momento la naturaleza se encapricha y cambia de parecer. Justo ahora sol, no, acaba de empezar a llover, y ahora… vientos huracanados del Sur, como se dice por acá.