ANALOGÍA MUJER

MUJER: ERES UNA FLOR

Por: Sofía Aragón

Imagina que eres una rosa. Grandes pétalos rojos, perfumados con la más hermosa esencia. Gotas cristalinas de agua residen en ti. Tu color tan brillante atrae la mirada de todo quien se acerca.
Eres una rosa perfecta, con asimetrías que te hacen ser única.
Imagina ahora, que el hombre, es el tallo. Tu flor está completa sin el tallo, es hermosa sin el tallo. Cierto.
Sin embargo, permíteme contarte cuál es la función del tallo en una flor.
El tallo es el que brinda soporte y fuerza a los pétalos. Sin el tallo, es fácil que los pétalos se desmoronen.
El tallo es el pilar de la flor. Es eso que la mantiene alta, mirando hacia el sol, con fuerza de crecimiento siempre hacia arriba.
El tallo, es la parte guerrera de la flor, ya que es la que contiene las espinas. Los pétalos son delicados y suaves, necesitan un tallo fuerte con espinas para mantenerse seguros y libres de depredadores.
El tallo es la parte que mantiene a los pétalos unidos. Los pétalos tienen cada uno una dirección distinta. Unos viendo al sol, otros guardados en el centro. Unos abriéndose a la vida, otros cerrados esperando salir. Los pétalos necesitan de un soporte que se mantenga firme y que sea capaz de unirlos a todos entre sí.
El tallo tiene hojas verdes y grandes que le dan un contraste maravilloso al rojo vivo de los pétalos de la rosa. De esta manera, el contraste crea balance de color y armonía. Los opuestos en cuanto a la fortaleza de las hojas contra la delicadeza de los pétalos, crea una unión perfecta de cuidado a la parte alta de la flor. Las hojas son las primeras en dar su vida por la flor si hay algún posible peligro, sin embargo, son los últimos en morir cuando la rosa ya no tiene fuerza.
El tallo tiene raíces. Necesarias para proveer siempre alimento y suelo a la rosa.
El tallo abraza a la flor con su cáliz. No la suelta, la cuida y la mantiene sintiéndose segura y protegida.
Mujer. No niegues la necesidad de un hombre en tu vida. Porque aunque seas independiente, autónoma y libre, el hombre es el complemento que por naturaleza encaja perfectamente contigo. El tallo es una parte fundamental de la flor. Y aunque sí, la flor está completa sin el tallo, la unión de ambos crea una armonía inigualable que asegura el crecimiento de los dos, en una perfecta sintonía. Cada parte siendo lo que es, cada parte siendo libre, sin que el tallo apriete demasiado a los pétalos ya que si no éstos morirán, y sin que los pétalos sean mucho peso en el tallo porque si no éste se romperá. Un simple balance perfecto entre unión e individualidad.