Francisco Javier Magaña Partida
julio 7, 2014Arte atrevido y subversivo
Francisco Javier Magaña Partida nació en Tamazula de Gordiano, Jalisco, el 31 de julio de 1969. Es un talentoso artista plástico y sobresaliente fotógrafo.
Estudió en la Escuela Secundaria Técnica número 50 de Guadalajara y es egresado del Instituto Cultural Cabañas, de esa misma ciudad, donde entre 2003 y 2006 cursó la carrera de Artes Visuales.
Parafraseando al poeta Dante Alighieri, a la mitad del camino de su vida, Francisco Javier Magaña se encuentra en un momento de plenitud en su proficua carrera profesional y artística. Al bello ser humano que es, se suma su fina sensibilidad a la hora de plasmar sus obras, tanto dentro de la plástica como en el ámbito de la fotografía.
Francisco ha participado en diversas exposiciones y actualmente se desempeña como fotógrafo de las revistas Maxwell y GDLFASHION; tiene una fuerte inclinación hacia la fotografía de moda y le gusta la realización de proyectos en el rubro del arte.
Dentro de sus presencias en eventos de relevancia está la participación en la exposición Mexicana del mundo Frida Kahlo. En 2011, con motivo de la realización de los XVI Juegos Deportivos Panamericanos en Guadalajara, intervino con singular suceso en el evento Arte en Barricas Herradura 2011. Arte en Barricas Herradura 2011 fue una iniciativa cultural que acompañó a los Juegos Panamericanos, con la finalidad de que turistas nacionales y extranjeros, y los habitantes de Guadalajara tuvieran la oportunidad de apreciar estas obras de arte que hacen sobresalir la creatividad mexicana y que muestran las tradiciones y el pasado y las que presentan una óptica más moderna y sofisticada. Las barricas, tanto la de Francisco Javier, así como la de los otros 23 artistas plásticos de renombre, fueron expuestas en varios puntos de la ciudad como avenidas, centros comerciales y las diferentes sedes de los Juegos Panamericanos.
En el plano de la fotografía, la labor de Francisco es atrevida y subversiva. Subvierte la sobriedad y la transforma en una propuesta donde la naturaleza y el ser humano se funden en perspectivas y planos muy bellos y transgresores desde el punto de vista estético. En el trabajo fotográfico de Francisco, siempre está presente el cielo, un cielo inmenso y arrogante, que atrapa y subyuga. En ese marco, la naturaleza humana se presenta desprovista de formalidades y acartonamientos; viola las reglas de lo políticamente correcto, muta en un encuentro fugaz con lo onírico y coquetea con elementos surrealistas.
La pupila escudriñadora de quien observa la obra de Francisco Javier queda satisfecha con su propuesta, de la cual emana talento, frescura, creatividad, juego permanente de lo estético y una peregrina pureza ética que guarda una prístina coherencia con su vida.
